Son muchas las actividades a las que podemos recurrir cuando queremos hacer piña en un grupo y queremos fomentar el trabajo en equipo. A nadie le cabe la menor duda de la importancia que tiene este asunto en los tiempos que corren y la motivación que supone para una persona formar parte de un grupo de semejantes de los que depende y que, a su vez, dependen de ella. Sentirse parte de un grupo es algo realmente genial y a mucha gente le ayuda a socializarse. Y eso es fundamental para conseguir varias cosas, entre las que se encuentran el reconocimiento, la amistad o la mismísima felicidad.
Os vais a sorprender con la actividad de la que vamos a hablar en los párrafos que siguen. Lo hacemos de algo tan cotidiano pero tan positivo como lo es cocinar, que es una actividad que no solemos realizar en equipo pero que, en efecto, si la hacemos entre dos o más personas resulta muy divertida para propios y extraños. Y lo cierto es que es una manera de aprender a cocinar si lo que queremos es adquirir tanto los conocimientos como las diferentes técnicas para hacerlo. No hay que verlo como algo que nos genere pereza, sino que debe ser visto como una manera de aprender algo nuevo.
La verdad es que, teniendo en cuenta la variedad de la gastronomía española, que, por cierto, es una de las mejores del mundo, está claro que todo lo que tenga que ver con trabajar la comida puede resultar de sumo interés. Son muchas las personas que así lo han considerado ya y que, en efecto, han encontrado en el trabajo en equipo una manera de aprender a cocinar desde 0 o, en su defecto, aprender algo nuevo que no conociéramos de antemano. Y la verdad es que hemos comprobado que la gente es feliz cuando realiza actividades como de las que venimos hablando.
Aprender a cocinar en grupo es algo que cada día es más tendencia en un país como el nuestro. Se trata de una de las formas más efectivas para conocer de primera mano cuáles son las diferentes técnicas para conseguir crear platos que sean originales y de calidad. Los profesionales de Hida, una entidad dedicada a la venta de tomate casero, nos han comentado que, en los últimos tiempos, han detectado que su producto genera un impacto positivo entre las personas que están aprendiendo a cocinar puesto que es fácil de manejar y no pierde, en ningún caso, ni un ápice de su sabor.
Cocinar, un hobby de cada día más gente
Lo tenemos claro. Cocinar es una actividad a la que muchas personas consideran como un hobby. O si no fijaos en lo que apunta la noticia que a continuación os enlazamos del diario El País: asegura que los cursos de cocina para aficionados son uno de los mejores pasatiempos para los jóvenes españoles. Se trata de una noticia fantástica y que pone de manifiesto el interés creciente que hay por la comida y su elaboración, siempre que la gente, por supuesto, tiene algo de tiempo libre.
Decimos lo anterior porque, a pesar de ello, en España se sigue imponiendo la comodidad de comprar la comida hecha, tal y como apuntaba una noticia del portal web Food Retail. La culpa entendemos que no es de la gente, sino de una sociedad que nos obliga de alguna manera a hacer vida fuera de casa y a comer cualquier cosa antes de volver al trabajo. La verdad es que este tipo de asuntos genera perjuicios de los que la gente no suele tener en cuenta. Y no poder cocinar en casa es uno de ellos.
Es por eso y por muchas más cosas por las que nosotros reivindicamos la cocina casera y tradicional, que es lo que tratan de aprender todas esas personas que ven en la cocina un hobby. Es todo un lujo poder contar con ese tipo de personas en la sociedad. Cuando la cocina es un hobby y no una obligación, todo sabe mucho mejor. Y eso es realmente importante. La verdad es que, en muchas ocasiones, la falta de experiencia puede se suplida por grandes dosis de compromiso y de cariño. Eso es precisamente lo que aporta la gente que aprende a cocinar y que, además, lo hace en grupo.
La verdad es que son muchas las personas que, en España, muestran interés por la elaboración de diferentes platos. Y eso hay que incentivarlo. El objetivo no es ser Carlos Arguiñano ni nada por el estilo, sino pasarlo bien, aprender y generar relaciones sociales. Porque esto también se puede realizar, como bien estamos viendo y como nos hemos encargado de explicaros, a través de un arte que muchas veces no reconocemos pero que es clave en nuestra cultura como lo es la cocina.