La natación, un deporte tradicional y completo

Cuando hablamos de natación nos estamos refiriendo al deporte considerado como el más completo y saludable. Este se puede practicar por cualquier persona durante toda su vida, desde la más tierna infancia hasta cumplir los 80 o 90 años o incluso más, si su cuerpo se lo permite. La natación reúne en sí misma las cuatro capacidades básicas del organismo, que son resistencia, fuerza, velocidad y flexibilidad, por lo que la natación tiene múltiples beneficios para el cuerpo humano. Entre los beneficios más destacados se pueden señalar los siguientes:

  • Contribuye a la mejora del sistema circulatorio, permitiendo al corazón recibir más sangre e impulsando en cada sístole más sangre, por lo que activa la circulación de la sangre y favorece su circulación reduciendo la sensación de piernas cansadas, varices…, y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. 
  • Incrementa la capacidad pulmonar, mejorando notablemente el volumen y el mecanismo ventilatorio de nuestros pulmones.
  • Ayuda a controlar el peso corporal. En general se estima que una hora de natación se pueden llegar a quemar entre 500 y 600 calorías, lo que ayuda a prevenir la obesidad.
  • Favorece la relajación, tanto física como psíquicamente, favoreciendo la conciliación del sueño y una agradable sensación de bienestar “post-ejercicio”.
  • Mejora el estado de ánimo ayudando a controlar el estrés o la ansiedad, ya que cuando nadamos se liberan endorfinas o factores neurotróficos o neurotrofinas en el cerebro. En este sentido, un estudio publicado por el National Center for Biotechnology Information (NCBI) asegura que nadar, al igual que otros ejercicios, reduce los síntomas de la ansiedad y la depresión.
  • Favorece el aprendizaje y la concentración, pues según estudios está demostrado que oxigena el cerebro a la vez que activa los dos hemisferios cerebrales y los cuatro lóbulos del cerebro lo que hace que el aprendizaje sea más fácil. Tales son sus beneficios que muchas empresas de entrenadores personales incluyen la natación entre sus actividades. En este sentido, si vosotros necesitáis un entrenamiento personal, nosotros os recomendamos que acudáis a Sport & Balance, dado que esta compañía surge con el propósito de potenciar en las personas la práctica de algún tipo de actividad física de forma regular, además de gestionar instalaciones y eventos deportivos.  
  • Se produce menos impacto en las articulaciones que en otras actividades deportivas. El medio acuático permite realizar ejercicio físico en un estado de ingravidez, donde el cuerpo flota y no pesa, por lo que debajo del agua las articulaciones no sufren, de tal modo que el ejercicio físico se realiza sin impacto, con lo que las articulaciones se desgastan menos y se conservan mejor.
  • Mejora la postura corporal. 
  • Desarrolla la flexibilidad y la coordinación corporal. Cuando se nada se realiza un batido de piernas que implica un movimiento biomecánico totalmente diferente al que se realiza cuando se camina o se corre y que exige una coordinación de piernas junto con la de los brazos. 
  • Favorece el desarrollo y fortalecimiento de la musculatura y los huesos. Los médicos suelen recomendar a sus pacientes cuando acaban de sufrir una operación o una lesión la rehabilitación con actividades acuáticas para recuperar su fuerza muscular. 
  • Elimina los dolores musculares. Este deporte es excelente para fortalecer y aliviar sobre todo los dolores localizados en la zona lumbar.
  • Retrasa el envejecimiento. Mejora los problemas derivados de la edad como falta de movilidad o flexibilidad, aumentando el equilibrio y el fortalecimiento óseo.

La natación a lo largo de la historia

La natación como deporte se constituyó en 1837 en Londres (Gran Bretaña) con la creación de la primera organización de natación, la National Swimming Society, siendo el primer campeón nacional el inglés Tom Morris, quien resultó ganador de una carrera de una milla en el río Támesis en 1869. Con la inauguración de los Juegos Olímpicos modernos en Atenas, en el año 1896, la natación, con pruebas que por aquel entonces se realizaban en el mar o en un lago, se convirtió en una de las disciplinas tradicionales, con un ganador ese año de nacionalidad húngara. No fue hasta el año 1908 en los Juegos Olímpicos celebrados en Londres cuando las pruebas pasaron a realizarse en una piscina de 100 metros, creándose en ese mismo año la Federación Internacional de Natación (FINA). La incorporación de las mujeres a esta disciplina olímpica no se produjo hasta el año 1912. En la actualidad los juegos olímpicos incluyen las siguientes pruebas de natación:

  • 50 metros. Estilo libre, espalda, braza, mariposa. 
  • 100 metros. Estilo libre, espalda, braza, mariposa. 
  • 200 metros. Estilo libre, espalda, braza, mariposa. 
  • 400 metros. Estilo libre, combinados.
  • 800 metros. Estilo libre, categoría femenina. 
  • 1500 metros. Estilo libre, categoría masculina.
  • 4 x 100 metros. Estilo libre, combinados.
  • 4 x 200 metros. Estilo libre.