Cada cierto tiempo las paredes de nuestra casa comienzan a pedir un cariño, ya sea una mano de pintura para recuperar su vida y brillo, o incluso, algunas reparaciones en alguna parte que ha cedido a las inclemencias del ambiente. Por supuesto, esto implica la difícil decisión de contratar a un profesional que se encargue del trabajo, o ahorrarnos esa suma y poner nosotros mismos manos a la obra, con todo lo que eso implica.
Aunque muchos optan por llamar al profesional- la comodidad cuesta-; aquel que decide hacerse cargo de la remodelación de sus ambientes goza de muchos más beneficios que solo un ahorro para el bolsillo.
Y es que pintar puede ser una actividad lúdica e incluso relajante. Podemos encontrar en ella una oportunidad de evadirnos o de hacer algo en familia, porque tanto niños como mayores pueden echar una mano.
Por ejemplo, puede que seas de los que les resulta relajante armarse con una brocha o un rodillo y pasarla sobre una pared una y otra vez, hasta que ésta se llene de color; mientras que vas recibiendo los muchos beneficios de haber “agarrado la brocha por el mango”. Aquí algunos de ellos:
Beneficios de pintar tu casa tu mismo
- Pintar es saludable y favorece la línea. Las tareas del hogar son un excelente ejercicio físico para mantenerte saludable y en la línea, e incluso pintar es el mejor entrenamiento aeróbico de todos ellos. Esto porque representa un modo de gastar calorías casi sin darte cuenta. Con pasar sólo 20 minutos pintando una habitación, habremos quemado casi 100 calorías. Imagina si estás toda una mañana de domingo: quemas todos los excesos del fin de semana.
- Pintar es divertido. Si protegemos correctamente todo aquello que no queremos que se manche, pintar es un poco como volver a la infancia y mancharte con las témperas. Si además incluyes a todos los miembros de la familia y pones música, sobrará la diversión. Así, en lugar de terminar cansado, de seguro acabas renovado y lleno de energía gracias al momento divertido y diferente junto a los tuyos, y a que al ver cómo vas avanzando y el aspecto de la pared va mejorando, provoca ilusión y orgullo de que ese fantástico resultado sea todo tuyo.
- Pintar une a la familia o a los amigos. Como dijimos en el punto anterior, si conviertes el momento de pintar en una actividad divertida de experimentar y jugar con los colores, y además, incluyes a familiares o amigos; pintar será la excusa perfecta para pasar más tiempo con aquellos con los que estamos más a gusto, creando recuerdos agradables y estrechando los lazos que nos unen.
- Pintar es terapéutico. Cuando uno pinta puede conectarse y escucharse a sí mismo. Conectarse con los colores y especialmente con el agua, permite relajarse, permitiéndonos disfrutar de un momento para nosotros mismos. De hecho, esto se conoce como arteterapia, y se usa con éxito desde hace mucho tiempo. Otra razón para dar rienda suelta a tu creatividad pintando un mural en casa, por ejemplo.
- Pintar tú mismo es más barato. Además de poder disfrutar de todas las ventajas anteriores, la última pero no menos importante es que también podrás ahorrarte el dinero de pagar a un profesional. Sin mencionar que nada queda mejor, que cuando lo hacemos nosotros mismos.
Así, los beneficios son tantos que incluso se recomienda pintar las paredes de una casa al menos cada dos o tres años, de esta forma también las recuperamos de la perdida de lucidez y la acumulación de polvo que suelen experimentar con el paso de los días.
Colores curativos para pintar nuestras paredes
Además de pintar tu mismo tus paredes y disfrutar de todos los beneficios que te comentamos en el punto anterior, también te recomendamos utilizar colores que traigan cualidades curativas a todos los espacios de tu casa. Por ejemplo, hay colores que te hacen sentir más vibrante, lleno de luz, e incluso algunos que traen calma, paz y relajación a los lugares que pintamos con ellos.
Y es que un hogar, además de muchas otras cosas, debe ser un refugio de paz, libre de estrés, en el que desconectar del ajetreado día a día, poder descansar y sentirse lo más a gusto posible nada más entrar por la puerta,
Pensando en esto, el equipo de La Casa del Pintor nos recomienda algunos colores bonitos y actuales, con los que se puede pintar cualquier estancia, incluso un pequeño rincón, y, que a la vez son colores relajantes:
- Azul pálido. Uno de los colores más relajantes que hay es el azul y, en sus tonos más claros, como los azules pasteles o azules pálidos, la sensación de paz que transmite se intensifica. Además es un color que se puede utilizar en cualquier espacio, desde un dormitorio infantil, hasta un cuarto de baño, pasando por el salón, cocina o dormitorio de matrimonio.
- Lavanda. Después del azul, la lavanda es el color más relajante que podemos encontrar. Es una variación del color morado, pero menos saturado, por lo que la lavanda nos ofrece espacios más tranquilos y serenos. Precisamente, es por su escasa saturación, que este color, además, es extremadamente versátil, encajando a la perfección en cualquier estancia. Eso sí, como es un color que se encuentra en la parte fría del círculo cromático, se recomienda añadir algún complemento textil cálido o algún material como la madera para compensar dicha frialdad.
- Beige. Se trata de unmaravilloso color cálido y relajante que hace los espacios más luminosos, creando una atmósfera envolvente al reflejar la luz. Al igual que el azul, este color también sirve para pintar las paredes de cualquier estancia, ya que siempre queda bien. En especial, te recomendamos combinarlo con tonos maderas.
- Rosa polvoriento. Este, además de ser un color tendencia, es elegante, combina en cualquier estancia, es un color relajante y positivo. Esta tonalidad se diferencia de los rosas tradicionales en que tiene un matiz arenoso que lo hace más cálido y acogedor, sin perder una pizca de elegancia.
- Gris claro o medio/oscuro. Un color gris medio tirando a tono oscuro es un color relajante y sobrio, igual que el gris claro, que te permite crear espacios serenos y tranquilos. También, al ser el rey de los colores neutros combina con el resto de los colores. Puedes pintar cualquier estancia con el, pero si lo combinas con tonos madera y blanco el resultado será aún mejor. Además, si colocamos objetos de colores cálidos para complementar su falta de calidez, crearemos un ambiente de lo más relajante.
- Tonos agua y menta. Colores como el azul aguamarina o el turquesa claro, así como los menta, además de ser relajantes, también son colores tendencia hoy en día. Con estos colores podemos crear varios ambientes: desde un dormitorio infantil alegre y fresco, hasta un elegante salón clásico, pero siempre conservando esa frescura y sensación de paz que transmiten.
- Verdes suaves. Por su parte, los tonos verdes suaves, son otros de los colores más relajantes que hay para pintar cualquier espacio. Son frescos, vitales, serenos, pero sobre todo, relajantes.
Errores que debes evitar si vas a pintar las paredes de tu casa
Lo primero es tener en cuenta los gastos. Por ejemplo, si tu presupuesto es muy ajustado, haz de saber que una pincelada de color puede cambiar cómo nos sentimos en nuestra casa. No es necesario tirar la casa por la ventana y cambiar muebles y el resto de decoración, ni siquiera tenemos que pintar todas las paredes. Por ejemplo, podemos crear paredes de acento que se llevan todas las miradas, a la vez que conseguimos un ambiente más sereno y relajante, en unas pocas horas y que hoy más que nunca es necesario tener.
Al mismo tiempo, si se debe intentar invertir lo necesario en la pintura y los materiales a escoger, ya que de su calidad dependerá el resultado final de nuestra obra de arte.
Aquí, algunos otros errores que debemos tomar en cuenta a la hora de pintar nuestras paredes:
No te cases con los colores que te gustan
Esto quiere decir que si por ejemplo tu color favorito es el rojo o el fucsia, estos quizá no son una buena opción para pintar nuestro dormitorio o el comedor. Lo ideal es hacer una prueba de color y buscar el tono que mejor quede con nuestra decoración, con nuestros muebles y con el tipo de ambiente que queramos crear.
Elegir el blanco como única opción
Suele ocurrir que las personas no se arriesgan y directamente deciden pintar su casa con el color blanco.
Si es verdad que el color blanco ayuda a sumarle luz a las estancias, pero también puede ser una opción pobre y poco arriesgada. Más bien, intenta buscar un ocre, un amarillo claro o alguno que le de un toque más personal a tu hogar, o combínalo con otros colores que le den más vida.
Lo mismo pasa con el techo. Existe la falsa creencia de que el techo tiene que ser de color blanco. Pero, mientras ayuda a que la estancia sea o parezca más amplia, también se debe procurar utilizar otro tono que combine a la perfección con el de la pared y así darle un toque personal y original al techo.