A lo largo del año hay varias fiestas que tienen un marcado carácter familiar para todas las familias y que se suelen celebrar con una comida familiar, como es el caso de las navidades, la celebración de los cumpleaños, los santos…, pero comidas familiares son también las que realizamos cada día. Hay una célebre frase que dice: “Comer juntos en familia es beneficioso en más de una forma”, y tiene mucha razón porque compartir la mesa con nuestros seres más queridos nos aporta muchísimos beneficios, por ejemplo, a nivel emocional podemos destacar:
- Favorece la unión familiar. Es un momento idóneo para estar todos juntos, los niños se sienten seguros, queridos y protegidos, es un buen momento para hablar entre los miembros de la familia, para expresar las emociones, dar a conocer las novedades y poder comentarlas o felicitar, si es el caso, a algún miembro de la unidad familiar que se deba.
- Produce relajación y satisfacción. La comida además de cumplir la necesidad básica alimentaria, también nos aporta unos momentos de satisfacción, relajación y un tiempo de calidad.
- Aporta salud emocional. La familia aporta seguridad, nos da sentido de pertenencia a un clan, algo que los adolescentes necesitan, por ello los expertos aseguran que comer en familia evita muchas conductas de riesgo, se relaciona con un menor consumo de sustancias adictivas en los jóvenes, disminuye el riesgo de que los hijos se unan a malas compañías y caigan atrapados en algún tipo de adicción.
- Favorece la comunicación. Alrededor de un buen plato de comida es un buen momento para ver y escuchar los distintos puntos de vista que pueden surgir en el seno de los miembros de una familia sobre un tema en concreto, también es el lugar idóneo para la típica pregunta: ¿Cómo te fue en el colegio?, ¿en la oficina?, lo que abre un amplio intercambio de opiniones y pareceres.
- Ayuda al aprendizaje de los más pequeños. Puesto que pueden participar en las conversaciones de sus padres y de los demás adultos.
- Favorece el amor fraternal. Cuando los hijos mayores ya se han ido de la casa paterna familiar, porque han adquirido una independencia económica, porque han iniciado una nueva familia, etc. A veces ocurre que, por falta de tiempo, por trabajo o por simple comodidad, no disponemos de unas horas para estar con la familia. Por ello los padres deben insistir y organizar de vez en cuando una juntanza o comida familiar, ya que es el mejor momento para que los hermanos sigan manteniendo su contacto y no caigan en la apatía o falta de interés. En este sentido, cuando tenemos que hacer grandes comilonas, muchas veces no sabemos que cocinar, sin embargo, Paellas gigantes Rossini es la mejor solución para este dilema, dado que se dedican profesionalmente a elaborar paellas gigantes, paellas gourmet y menús con paellas gigantes, en las que reúnen todo el sabor de los guisos y arroces de la cocina tradicional, tanto para grandes como para pequeños eventos.
A nivel educacional o alimentario, también podemos destacar los siguientes beneficios de comer acompañado:
- Ahorro económico. Está comprobado que se gasta menos dinero cuando se come en grupo que en comidas individuales o ir a un restaurante, etc.
- Mejora la calidad de la dieta. Comer en familia asegura a los padres que sus hijos coman una dieta sana y equilibrada, evitando el consumo de la denominada “comida basura”.
- Establece un horario. A veces por trabajo es difícil hacer cuadrar los horarios de los padres con los hijos, pero es importante intentarlo y mantener un horario fijo.
- Crea buenos hábitos. Los niños, ya sea por imitación o por corrección de sus padres, aprenden unos buenos modales a la hora de comer en la mesa. Pedir por favor que nos pasen el pan, dar las gracias por ello, esperar nuestro turno para hablar, colaborar en las tareas domésticas, etc. son un pequeño ejemplo de algunas de cosas que se aprenden al comer en familia.
Consejos de estilo de vida saludable
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) ha elaborado una nueva Guía de alimentación y Pirámide nutricional, en la que como principal novedad con respecto a la anterior se encuentran en su base los consejos de estilo de vida saludable:
- Actividad física. Caminar unos 10.000 pasos al día o realizar una hora de ejercicio, es un buen referente.
- Equilibrio emocional. Nuestro estado de ánimo condiciona las necesidades alimentarias.
- Balance energético. Es importante mantener un equilibrio entre lo que comemos y lo que gastamos.
- Técnicas culinarias saludables. La cocción al vapor, a la plancha, al horno o hervidos siempre es preferible a la fritura.
- Beber agua. Se aconseja beber entre 4 y 6 vasos al día de agua, como mínimo y completar con otros líquidos hasta alcanzar los 2 litros en mujeres y los 2,5 l. en hombres.