Estás en la cola del control de seguridad, sacando líquidos, quitándote el cinturón, separando los aparatos electrónicos… y probablemente te preguntes si todo eso es realmente necesario. La sensación de control puede ser incómoda, pero hay una razón detrás de estos procesos. Creo que hoy en día no hay nadie que no sepa que estos controles son completamente necesarios, pero conviene recordar porqué para que la próxima vez entiendas que es por nuestro mayor bien.
Cosas que son completamente necesarias
Cuando pasas por el arco de seguridad, todo lo que llevas contigo es revisado para asegurarse de que no suponga una amenaza para el vuelo. Lo más común es que controles como este detecten objetos metálicos o electrónicos, pero el objetivo no es solo buscar armas. También se comprueban sustancias que puedan ser peligrosas, objetos que puedan parecer inofensivos, pero no lo son, o incluso comportamientos extraños.
El personal de seguridad tiene instrucciones muy claras sobre qué mirar. Las mochilas y maletas pasan por rayos X y los líquidos están limitados porque, en ciertas cantidades, pueden convertirse en material peligroso. De ahí que no te dejen pasar con una botella de agua o un perfume grande.
Qué cosas deberías evitar llevar o hacer
Una de las claves para pasar sin problemas por los controles de seguridad es saber qué no llevar. Más allá de lo evidente, como cuchillos o mecheros grandes, hay objetos que muchas veces causan problemas porque la gente no sabe que están prohibidos o controlados. Por ejemplo:
- Las baterías de litio no pueden ir en la bodega.
- Los líquidos deben ir en botes de 100 ml y dentro de una bolsa transparente.
- Las cremas, geles y aerosoles también cuentan como líquidos.
- Ciertos objetos deportivos, como palos de golf o raquetas, pueden ser rechazados en cabina.
- Llevar muchos dispositivos electrónicos puede generar preguntas extra.
También hay actitudes que no ayudan. Bromear con palabras como “bomba” o “arma” puede hacer que te saquen de la cola, aunque lo digas sin mala intención. Mostrarte molesto o intentar saltarte pasos del control tampoco es una buena idea.
Quién gestiona la seguridad en los aeropuertos
La seguridad en los aeropuertos no depende solo de una empresa o de la policía. En realidad, es un trabajo conjunto en el que participan varios actores. En España, por ejemplo, Aena se encarga de coordinar muchas de las actividades del aeropuerto, pero no es quien vigila tu mochila. Ese trabajo lo hacen empresas de seguridad privada que están autorizadas y siguen protocolos que no diseñan ellas, sino el Estado y organismos internacionales.
La Guardia Civil también forma parte de este sistema, sobre todo cuando hay que actuar ante una situación sospechosa o cuando se trata de vuelos fuera del espacio Schengen. Además, hay inspectores de seguridad de aviación civil que revisan que todo se cumpla como debe. A veces están uniformados, otras no, y pueden hacer controles sorpresa.
Todo lo que se hace en los controles de seguridad sigue lo que dicta la normativa europea, y eso asegura que, aunque viajes desde diferentes países, las reglas se parezcan bastante entre sí. Eso sí, hay diferencias en los equipos que se usan, en cómo se gestiona la cola, o en cuán estrictos son con ciertas cosas. Pero la base es la misma.
¿Son iguales todos los controles de aeropuerto?
No. Y eso es algo que notarás si viajas con frecuencia. Hay aeropuertos más modernos donde ni siquiera tienes que sacar el portátil de la mochila, porque los escáneres son más avanzados y pueden distinguir mejor los objetos sin necesidad de abrir el equipaje. También hay controles donde el paso por el escáner corporal es obligatorio para todo el mundo, mientras que en otros lo hacen solo si el arco salta o si tienes algún aspecto que consideran sospechoso.
Los aeropuertos más pequeños suelen tener controles más rápidos, pero eso no quiere decir que sean menos seguros. En realidad, la cantidad de personal o de escáneres puede ser menor, pero los procedimientos son los mismos. Y eso se revisa periódicamente por organismos externos.
Hay países en los que incluso antes de entrar al aeropuerto ya hay un control de seguridad. Esto pasa en zonas donde la amenaza terrorista es mayor o donde se ha decidido reforzar al máximo la seguridad. Y en otros, como Estados Unidos, los controles son especialmente estrictos con los zapatos o los escáneres corporales.
Qué protocolos se siguen y quién los decide
Los controles de seguridad en los aeropuertos siguen protocolos internacionales que marcan organizaciones como la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) y la Unión Europea. En España, además, hay normativas específicas que dicta la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), y que se aplican a todas las empresas y agentes que intervienen en la seguridad aeroportuaria.
Estos protocolos no solo indican qué objetos están prohibidos. También dicen cómo debe actuar el personal de seguridad en distintos escenarios. Por ejemplo, qué hacer si un pasajero se niega a pasar por el escáner, cómo reaccionar ante un objeto sospechoso o cómo deben registrarse los vehículos que acceden a zonas restringidas.
Una parte importante del protocolo es la formación del personal. No cualquiera puede trabajar en un control de seguridad. Los trabajadores deben tener una formación específica y actualizada, y pasar pruebas que certifican que están preparados. Además, se hacen simulacros para comprobar que los protocolos se siguen correctamente en la práctica.
Qué es AVSEC y para qué sirve
Dentro del ámbito de la seguridad aeroportuaria, hay dos conceptos que es importante conocer: AVSEC y AVSAF. Y aunque sus nombres suenen técnicos, su aplicación es muy concreta y está relacionada directamente con lo que ocurre cada día en los aeropuertos.
Según explican desde Facilities Airport, una empresa especializada en formación online sobre seguridad en aeropuertos, AVSEC hace referencia a aviation security, es decir, a todo lo relacionado con la protección de la aviación civil frente a actos de interferencia ilícita. Es el término que agrupa las normas, procedimientos y medidas que se toman para que los vuelos sean seguros.
Los cursos AVSEC están pensados para el personal que trabaja en zonas aeroportuarias sensibles: personal de seguridad, trabajadores de compañías aéreas, agentes de handling, y todos los que, de una u otra manera, tienen acceso a áreas donde es clave evitar riesgos. Se trata de una formación obligatoria que incluye contenidos sobre inspección, control de accesos, detección de amenazas, comportamiento sospechoso, y mucho más.
Qué es AVSAF y cómo se relaciona con todo esto
Por otro lado, AVSAF es una formación que se exige a personas que acceden a zonas operativas del aeropuerto, aunque no trabajen directamente en seguridad. Por ejemplo, alguien que entra a cargar maletas, un conductor de servicio de mantenimiento o personal externo que debe realizar reparaciones.
AVSAF busca reducir los incidentes en pista, enseñar las normas básicas de comportamiento en zonas con tráfico aéreo y reforzar el conocimiento sobre lo que se puede o no se puede hacer en áreas restringidas. También es obligatoria, y en muchos casos es un requisito para poder tener la acreditación que permite entrar a ciertas zonas del aeropuerto.
Ambas formaciones (AVSEC y AVSAF) están supervisadas por la autoridad aeronáutica nacional, en este caso la AESA, y sirven para que todo el que trabaje cerca o dentro del aeropuerto lo haga siguiendo los mismos estándares de seguridad.
Seguridad en todo el aeropuerto
La seguridad de un aeropuerto empieza mucho antes y termina mucho después de pasar por el arco. Hay cámaras por todas partes, accesos controlados, vigilancia en la pista, identificación del personal, revisión de vehículos, y sistemas que detectan comportamientos extraños o actividades no autorizadas.
Incluso hay medidas que no ves, como el control de antecedentes del personal, la revisión del correo de carga o la supervisión de drones. También se hacen pruebas periódicas para comprobar que los protocolos funcionan, y se introducen objetos sospechosos para evaluar la respuesta del personal de seguridad.
Todo esto forma parte de un sistema muy amplio que busca evitar cualquier tipo de incidente, desde un descuido hasta un ataque planificado.
¿Por qué importa todo esto?
A veces puede parecer que hay demasiadas normas, que quitarse los zapatos o vaciar la mochila es excesivo, pero cada una de esas medidas tiene detrás un motivo.
El objetivo no es complicarte la vida, sino asegurarse de que el vuelo sea lo más seguro posible para todo el mundo. Y aunque a veces resulte incómodo, los protocolos están ahí por una razón. Entender cómo funcionan, quién los aplica y por qué, te ayuda no solo a moverte con más soltura en el aeropuerto, sino también a valorar el trabajo que hay detrás de cada control.
Al final, todo tiene sentido
Puede que nunca te hayas parado a pensar en quién está detrás del escáner o por qué te hacen quitarte los zapatos. Pero si algo queda claro es que los controles de seguridad en los aeropuertos son parte de un sistema organizado, reglado y constantemente supervisado que busca evitar que cualquier amenaza suba a un avión.