Restaura, no lo tires

Es bastante fácil que en casa de nuestra madre o abuela haya uno de esos muebles antiguos que nos llama la atención pero que jamás ocuparía un espacio en nuestra vivienda porque su estilo, e incluso su estado, no es el óptimo. Muchas veces es la estética lo que prima y no nos combina en ninguna habitación con el resto de muebles y decoración que tenemos en ella, y otras veces está demasiado desvencijado como para poder utilizarlo pero, la realidad, es que con sus años, con su aspecto y su olor a viejo, es un mueble que nos sigue encantando y tiene una calidad que da mil patatas a los muebles modernos actuales fabricados con contrachapado.

En esos casos, siempre da algo de miedo ponernos manos a la obra pero yo siempre pienso lo mismo. Si el mueble ya es inservible, bien porque nadie lo quiere o bien porque está en mal estado, ¿qué puedo perder si intento restaurarlo e incluso actualizarlo? Nada.

Hay profesionales expertos que pueden ayudarnos a seleccionar los materiales que necesitamos para restaurar un mueble. En La Casa del pintor de Murcia podemos encontrar la pintura, el lacado e incluso la imprimación que podamos necesitar.  Ahora bien, cuando se trata de esas sillas viejas que ya no tienen valor económico y que no tienes muy claro si vas a poder usar o no en tu nueva vivienda, tal vez sea más interesante intentar hacer el trabajo nosotros mismos ¿verdad?

Paso a paso

  1. Limpia el mueble: con un paño mojado en agua y jabón neutro quita toda la suciedad y el polvo que pueda tener el mueble, pero has de hacerlo muy a fondo por lo que si hay esquinas donde no llegues bien o incluso juntas de molduras es posible que debas usar un cepillo de dientes. Si hay manchas, utiliza un poco de disolvente para eliminarlas pero asegúrate de no frotar demasiado.
  2. Elimina pintura y barniz viejo: aplica un decapante con una brocha en todo el mueble y luego retíralo con una espátula. Eso debes hacerlo tantas veces como sea necesario para eliminar el acabado. Luego limpia de nuevo el mueble con un trapo y disolvente. Para terminar, pasa una lija fina y vuelve a limpiar el mueble para eliminar los restos.
  3. Cuidado con la carcoma: no todos los muebles antiguos tienen carcoma pero es fácil que así sea. Te darás cuenta en seguida porque la superficie del mueble tendrá pequeños agujeros. Aplica un producto anticarcoma siguiendo las indicaciones del fabricante. Normalmente has de hacerlo en cada hueco y debes envolver el mueble en plástico, tipo papel film, para que la carcoma muera definitivamente.
  4. Repara golpes y arañazos: el calor es nuestro mejor aliado para conseguir esto. Si ves un golpe suave puedes poner un paño mojado en agua caliente o leche sobre la zona afectada y en unas horas la hendidura habrá desaparecido. Si el mueble tiene fisuras rellénalas con masilla o cera natural y retira todo lo sobrante con una espátula.
  5. Puertas y cajones: si tienes suerte, todas las puertas y cajones estarán en perfecto estado pero es bastante común que los muebles viejos tengan puertas descolgadas o cajones que ya no cierran bien así que este es el momento de arreglar esos problemas. Cambia bisagras y lija los laterales de los cajones para que se deslicen mejor.
  6. Herrajes: si el mueble que quieres restaurar tiene herrajes tendrás que tratarlos aparte. Si hablamos de bronce, con agua y jabón podrás limpiarlos sin problema. El resto de metales puedes limpiarlos con vinagre.
  7. Renueva la tapicería: si el mueble que quieres restaurar tiene tapicería (sillas o bancos) necesitarás renovarla. Retira la tapicería vieja (estará clavada a la estructura), elije la nueva tela y grápala al mueble estirando cada pieza.
  8. Pinta: personalmente no te recomiendo pintar los muebles antiguos porque me gusta más su color original pero si lo haces intenta mantener ese toque vintage para que no parezca que le has dado una capa de pintura mal dada. Por ejemplo, si puntas un mueble de blanco hazlo con pintura a la tiza y luego lija esquinas y bordes para que salga a la luz el color natural de la madera, así parecerá desgastado.
  9. Tinte: si decidiste no pintar el mueble es posible que ahora estés en la duda sobre si teñir o no la madera. Si decides hacerlo, en el paso anterior, antes de barnizar el mueble, deberás aplicar con una brocha suave que no suele pelo una capa de tinte. Cuanto más oscura quieras la madera, más capas tendrás que darle.
  10. Barniza y encera: aplica un barniz y deja secar por 24 horas, lija el mueble, limpia el polvo y aplica otra mano de barniz en el sentido de la veta. Para terminar aplica una capa de cera incolora con la ayuda de un algodón.
  11. Acabado en goma laca: si quieres conseguir este acabado tendrás que aplicar unas 15 capas con brocha especial así que ármate de paciencia.
  12. Pulir: para terminar aplica una última capa de barniz, cera o goma laca, más gruesa que las anteriores y déjalo secar. Con este último paso habrás terminado tu restauración.

Ten en cuenta que hoy en día está de moda mezclar estilos por lo que no es extraño encontrar salones con muebles modernos donde también hay un escritorio antiguo o un aparados de cristal restaurado de hace 50 años. De hecho, según los expertos, ya son muchos los clientes que solicitan piezas únicas que combinen con el resto de conjuntos de salón o dormitorio que adquieren para redecorar estancias en sus hogares. Es más, según estos profesionales muchos clientes les solicitan directamente diseños de inspiración vintage para todo tipo de habitaciones. Además, contar con fabricación propia es un plus para que muchos usuarios les soliciten la fabricación de muebles de cocina con un estilo a caballo entre lo rústico y lo vintage pero con las comodidades de los muebles modernos, lo que viene a demostrar que ese amalgama de tendencias está más a la moda que nunca.